Koldo Saratxaga, Fundador e impulsor de K2K Emocionando y ner group

Hablamos con 

KOLDO SARATXAGA

Fundador e impulsor de K2K Emocionando y ner group

“No existen fórmulas perfectas para nada. Creo en la evolución, no en la perfección, ni en los caminos acabados”

Realmente han pasado 16 años desde que iniciamos un debate de muchos meses entre las organizaciones que en aquel momento estaban en un proceso de cambio con la colaboración de k2K. Recuerdo que la voluntad era notable y los conceptos que empezamos a poner encima la mesa eran realmente rompedores ya que resultaban ir en otra dirección que la que imperaba en las tradicionalmente llamadas relaciones laborales. Si bien es cierto que eran entendibles por aquellas personas que estaban en el inicio de un nuevo caminar, ya entonces comenzamos a entender que no se proponía cómo hacer el trabajo o cuáles debían ser los procesos, estábamos poniendo encima de la mesa un cambio cultural en el cómo compartir un proyecto común.

Empezamos a utilizar términos como proyecto común, organización y tratamos de no anclarnos en el concepto de empresa del momento, y siento decir que actual, para referirnos a la unidad de trabajo con distintos intereses entre propiedad, dirección y trabajadores. En estos largos y profundos debates se empezó a entender que hablábamos de un Nuevo Estilo de Relaciones (NER). Lo fácil era tratar las formas, definir algunas normas o reglas que acotaran ciertas posibilidades, que dieran tranquilidad. La cultura imperante estaba en todo momento presente. El reto estaba precisamente en salir de esos corsés que definían las precarias relaciones existentes.

Tengo que decir que, en este momento, son ya más de 100 las organizaciones con las que K2K ha trabajado y cooperado para transitar el cambio organizacional hacia NER.
La valoración, Walter Pack es un excelente ejemplo de ello, tengo que decir que es de notable alto en todos los aspectos que pudiéramos analizar o comparar.
Hemos superado 2-3 de las crisis económico -sociales más fuertes desde la Segunda Guerra Mundial y puedo asegurar que, más de un

40% de las organizaciones que han implementado NER, hoy no estarían en activo de no haber tomado esta decisión.

Personalmente me siento orgulloso de haber compartido estos tres largos lustros con miles de personas que han vivido y sentido que hay otras maneras de hacer las cosas en este el mundo del trabajo que tan pocas satisfacciones ofrece más allá de un salario que no hace más que alimentar la dinámica consumista instalada.

Esta pregunta me la han realizado unas cuantas docenas de veces. No hay secretos.
En K2K nos presentamos como un equipo de personas que “sentimos, pensamos y hacemos”. Personalmente creo que esta es la manera natural de crear del ser humano dada nuestras características. Suelo decir que lo que entusiasma es aquello que nace desde las tripas. Cuando parte del pensamiento, aparece el yo que pretende cuidar primero de los interese personales, lo que hace más complicado entrar en un mundo de objetivos comunes. El nosotros se nos olvida y el todos, ni existe.

Me gusta explicar esto con el ejemplo de gestor o líder. El gestor se pone personalmente retos, sobre todo cuantificables, y está muy pendiente de qué cantidad se siembra y qué tiempo y cuánto cuesta llevarlos a cabo, centrándose en la cosecha. Lo importante son los resultados antes ya de empezar. El líder cuida la tierra y conserva en buen lugar y condiciones las semillas, sabe cuándo sembrar y, sobre todo, sabe que no es cuestión de esfuerzo, de menores costos o de controles no compartidos, sino que depende más del sol y la lluvia. Es decir, depende de las tantas cosas que pasarán en ese futuro, en ese espacio con tantos acontecimientos imprevisibles, sin embargo, convencido de que si hemos mimado la siembra los resultados a la larga serán cuantiosos. Es ley de vida. Por empresa a veces se cuenta hasta el lugar, los edificios, es algo inerte. Las organizaciones se componen de personas que juntas crean bienes o servicios para el exterior. Sin embargo, por proyecto común entendemos una organización, que crea productos y servicios, con retos comunes, definidos y compartidos por todas las personas que componen la misma.

No existen fórmulas perfectas para nada. La perfección en este mundo no existe. Creo en la evolución, no en la perfección, ni en los caminos acabados.

Hemos venido a caminar y disfrutar del camino. No hay nada más gratificante que caminar, gran parte del trayecto en silencio, en pos de nuevas experiencias que te acercan a tu sentido de la vida, e ir encontrándolas sin las ansias de buscar.

El bienestar siempre es puntual porque está basado en logros de poder, de imagen, de tener, de ganar, de competir…, la felicidad es un estado del ser, es un estado de paz interior continua. El NER ayuda más a lo segundo. La autogestión es un buen camino.

Esta sensación, esta forma de vivir el presente, se logra en la vida personal a lo largo del día, cuando uno está entusiasmado con aquello que está realizando. Por tanto, acercarse a ello es estar en ese camino.
Es una sensación de creación continua y de energía positiva que se trasmite y expande al entorno de las personas.

Conocer cuál es el grado de entusiasmo de las personas en la organización, nos dice mucho sobre cuál es su grado de evolución personal, y del mismo proyecto como consecuencia.

En la historia del desarrollo empresarial creo hay una palabra que sobresale: innovación.
Es cierto que es una continua innovación de productos y servicios, motivados en muchos casos por apetencias bélicas de las grandes potencias, que han ido cambiando las costumbres y formas de vida de los humanos. Esta innovación se dispara en las últimas décadas, con el mundo global, que solo existe para el consumo, y con el descubrimiento y locura de los terrícolas por todo lo que representa modernidad y diferenciación.

Sin embargo, esta innovación llevada a todo en nuestro alrededor prácticamente no ha cambiado de una forma nítida en lo que se refiere al modelo inoperante de jerarquía que impera en las relaciones empresariales, cada vez más mastodónticas e impersonales. Las relaciones siguen siendo entre propiedad, ejecutivos y trabajadores, con intereses diferentes y con una gran pérdida de creación de riqueza para la sociedad y un estilo de relaciones muy poco satisfactorio y gratificante.

Mas del 70 % de las personas no están satisfechas con su trabajo. Esto tiene que ver con “el mal del amor a lo moderno, por su modernidad misma”. Neomanía.
NER, NER GROUP es un estilo de organización basado en las personas, focalizado en el cliente y en la eficiencia, creando entre todas las personas entornos que garanticen la sostenibilidad para la organización y el entorno social, y con un claro propósito de futuro. Es una relación laboral social abierta, organizada en equipos autogestionados que siembran de común acuerdo y comparten y reparten una buena parte de la cosecha. No hay despidos y sí

valores como la ética, la transparencia, la confianza, que generan libertad y responsabilidad.

Este recorrido que nos toca hacer en lo que llamamos nuestra vida y en toda la historia futura, se llama incertidumbre.

Las personas tenemos 60-65.000 pensamientos cada día, de los cuales más del 90% tiene que ver con el pasado o con el futuro. Algo no estamos enfocando bien, ya que ambos escenarios no existen

En la vida real, tanto personal como empresarial, hacemos muchos planes, y a veces muy detallados. En ellos reflejamos lo que nos gustaría que ocurriera. Suelen estar basados en la llamada ciencia de las estadísticas, que casi nunca se cumple, lo cual produce muchas decepciones, traumas, quiebras, …, tanto en lo personal (más de 50% de divorcios, altísimo número de familias disfuncionales), cómo en la vida empresarial con huelgas, cierres y ventas de empresas por falta de viabilidad.

De esta manera nos toca aprender a vivir el presente. Es lo único qué es real cada segundo de nuestra vida.

Un estilo de organización como el que practica NER GROUP aporta lo mismo que en caso de extrema necesidad lo hace una familia unida o una familia en la que cada componente tiene por encima de todo sus propios y personales intereses y las relaciones están en permanente tensión.

Los valores que sustentan la convivencia en NER han demostrado que en las crisis han sabido sumar ideas y esfuerzos para salvar el proyecto y seguir unidos. Siempre han existido las crisis y seguirán existiendo.

Walter Pack es uno de los mejores ejemplos de vivencias de esta situación que he conocido, y son muchos los compartidos. Llevo 16 años colaborando con ellos desde el inicio de la migración al Nuevo Estilo de Relaciones y tienen muchas vivencias dignas de ser conocidas. Experiencias reales, no literatura de despacho.

“Walter Pack cuenta con experiencias reales, no literatura de despachos”

En NER ya hemos mencionado los valores que nos acompañan y nos han llevado a mantener como criterio que no se despedirá a ninguna persona por falta de actividad. No se excluye a ningún miembro de la familia si queda algo que compartir en la mesa.

Llevo muchos años comentando que la palabra que mejor define la situación en la cual la sociedad se encuentra, y que será permanente, no es ni la innovación, ni la incertidumbre, que también, es la complejidad. Es decir, el cómo enlazar los distintos elementos que se interrelacionan constantemente en la vida personal y empresarial. Esto requiere de un equilibrio y armonía muy elevada y constante en el interior de nuestro ser y de nuestras organizaciones.

Estamos dentro de un universo que es puro cambio, constante evolución, es un estado impermanente (este es un término de uso anticuado, se entiende por impermanente que no tiene ninguna permanencia, detención, estabilidad, continuación o duración, sin limitación de tiempo o que no se puede quedar o permanecer en un lugar o sitio), y a los humanos esto nos asusta y preferimos lo permanente, nos desequilibran los cambios, preferimos correr tras lo conocido que creemos nos aporta seguridad y bienestar. La COVID-19 ha sido un buen ejemplo. Íbamos desbocados, sin control de velocidad y, sin embargo, hemos suplicado para que todo sea “como antes”.

El futuro no existe y por suerte cada despertar es diferente. Solo hay que mirar por la ventana. Si llueve y hace frio no es un mal día, es un hermoso día diferente, y además necesario. Si miramos la naturaleza, vegetal y animal observaremos continuo cambio.
Ante un día a día diferente, inesperado, cambiante …, complejo, lo menos que podemos hacer es estar unidos, relacionarnos y compartir esa complejidad, ese momento como un equipo unido y caminar y hacer camino juntos. Una gran riqueza que nos aporta nuestro entorno, todo el universo, es la diversidad.

Sabemos que no hay dos personas ni dos momentos iguales, es la suma de la posible diversidad. Así es cómo está la realidad de la que no somos muy conscientes. ¡Viva la diversidad!

Esto es porque juntos nos complementamos y nos enriquecemos con la relación, con la convivencia, con la diversidad de habilidades y talentos personales que sumamos.

Saber el sentido que tiene la vida para cada persona, a qué hemos venido, lo mismo que saber para qué está la organización, la familia, la cuadrilla en la que hemos decidido estar. Cada persona somos lo más importante de nuestra existencia y desde esta posición podemos tener la energía para amar y compartir.

Dicho esto, no sé ni nadie sabe, cómo serán las organizaciones del futuro, al igual que no sabemos cómo será nuestra evolución y situación personal. Sin embargo, creo que estarán mejor en lo social, emocional y económico aquellas que se basen más en las personas y sus valores, que las tengan en cuenta con las características que he mencionado y que sean capaces de compartir su proyecto empresarial y de esa forma, ilusionar aquellos talentos y habilidades que todas las personas poseemos.

En definitiva, quienes logran que las personas se entusiasmen con aquello en lo que participan tendrán el éxito garantizado.

Realmente han pasado 16 años desde que iniciamos un debate de muchos meses entre las organizaciones que en aquel momento estaban en un proceso de cambio con la colaboración de k2K. Recuerdo que la voluntad era notable y los conceptos que empezamos a poner encima la mesa eran realmente rompedores ya que resultaban ir en otra dirección que la que imperaba en las tradicionalmente llamadas relaciones laborales. Si bien es cierto que eran entendibles por aquellas personas que estaban en el inicio de un nuevo caminar, ya entonces comenzamos a entender que no se proponía cómo hacer el trabajo o cuáles debían ser los procesos, estábamos poniendo encima de la mesa un cambio cultural en el cómo compartir un proyecto común. Empezamos a utilizar términos como proyecto común, organización y tratamos de no anclarnos en el concepto de empresa del momento, y siento decir que actual, para referirnos a la unidad de trabajo con distintos intereses entre propiedad, dirección y trabajadores. En estos largos y profundos debates se empezó a entender que hablábamos de un Nuevo Estilo de Relaciones (NER). Lo fácil era tratar las formas, definir algunas normas o reglas que acotaran ciertas posibilidades, que dieran tranquilidad. La cultura imperante estaba en todo momento presente. El reto estaba precisamente en salir de esos corsés que definían las precarias relaciones existentes. Tengo que decir que, en este momento, son ya más de 100 las organizaciones con las que K2K ha trabajado y cooperado para transitar el cambio organizacional hacia NER. La valoración, Walter Pack es un excelente ejemplo de ello, tengo que decir que es de notable alto en todos los aspectos que pudiéramos analizar o comparar. Hemos superado 2-3 de las crisis económico -sociales más fuertes desde la Segunda Guerra Mundial y puedo asegurar que, más de un
40% de las organizaciones que han implementado NER, hoy no estarían en activo de no haber tomado esta decisión.
Personalmente me siento orgulloso de haber compartido estos tres largos lustros con miles de personas que han vivido y sentido que hay otras maneras de hacer las cosas en este el mundo del trabajo que tan pocas satisfacciones ofrece más allá de un salario que no hace más que alimentar la dinámica consumista instalada.

Esta pregunta me la han realizado unas cuantas docenas de veces. No hay secretos.
En K2K nos presentamos como un equipo de personas que “sentimos, pensamos y hacemos”. Personalmente creo que esta es la manera natural de crear del ser humano dada nuestras características. Suelo decir que lo que entusiasma es aquello que nace desde las tripas. Cuando parte del pensamiento, aparece el yo que pretende cuidar primero de los interese personales, lo que hace más complicado entrar en un mundo de objetivos comunes. El nosotros se nos olvida y el todos, ni existe.

Me gusta explicar esto con el ejemplo de gestor o líder. El gestor se pone personalmente retos, sobre todo cuantificables, y está muy pendiente de qué cantidad se siembra y qué tiempo y cuánto cuesta llevarlos a cabo, centrándose en la cosecha. Lo importante son los resultados antes ya de empezar. El líder cuida la tierra y conserva en buen lugar y condiciones las semillas, sabe cuándo sembrar y, sobre todo, sabe que no es cuestión de esfuerzo, de menores costos o de controles no compartidos, sino que depende más del sol y la lluvia. Es decir, depende de las tantas cosas que pasarán en ese futuro, en ese espacio con tantos acontecimientos imprevisibles, sin embargo, convencido de que si hemos mimado la siembra los resultados a la larga serán cuantiosos. Es ley de vida. Por empresa a veces se cuenta hasta el lugar, los edificios, es algo inerte. Las organizaciones se componen de personas que juntas crean bienes o servicios para el exterior. Sin embargo, por proyecto común entendemos una organización, que crea productos y servicios, con retos comunes, definidos y compartidos por todas las personas que componen la misma.

 

No existen fórmulas perfectas para nada. La perfección en este mundo no existe. Creo en la evolución, no en la perfección, ni en los caminos acabados.

Hemos venido a caminar y disfrutar del camino. No hay nada más gratificante que caminar, gran parte del trayecto en silencio, en pos de nuevas experiencias que te acercan a tu sentido de la vida, e ir encontrándolas sin las ansias de buscar.

El bienestar siempre es puntual porque está basado en logros de poder, de imagen, de tener, de ganar, de competir…, la felicidad es un estado del ser, es un estado de paz interior continua. El NER ayuda más a lo segundo. La autogestión es un buen camino.
Esta sensación, esta forma de vivir el presente, se logra en la vida personal a lo largo del día, cuando uno está entusiasmado con aquello que está realizando. Por tanto, acercarse a ello es estar en ese camino. Es una sensación de creación continua y de energía positiva que se trasmite y expande al entorno de las personas.
Conocer cuál es el grado de entusiasmo de las personas en la organización, nos dice mucho sobre cuál es su grado de evolución personal, y del mismo proyecto como consecuencia.

En la historia del desarrollo empresarial creo hay una palabra que sobresale: innovación. Es cierto que es una continua innovación de productos y servicios, motivados en muchos casos por apetencias bélicas de las grandes potencias, que han ido cambiando las costumbres y formas de vida de los humanos. Esta innovación se dispara en las últimas décadas, con el mundo global, que solo existe para el consumo, y con el descubrimiento y locura de los terrícolas por todo lo que representa modernidad y diferenciación. Sin embargo, esta innovación llevada a todo en nuestro alrededor prácticamente no ha cambiado de una forma nítida en lo que se refiere al modelo inoperante de jerarquía que impera en las relaciones empresariales, cada vez más mastodónticas e impersonales. Las relaciones siguen siendo entre propiedad, ejecutivos y trabajadores, con intereses diferentes y con una gran pérdida de creación de riqueza para la sociedad y un estilo de relaciones muy poco satisfactorio y gratificante. Mas del 70 % de las personas no están satisfechas con su trabajo. Esto tiene que ver con “el mal del amor a lo moderno, por su modernidad misma”. Neomanía. NER, NER GROUP es un estilo de organización basado en las personas, focalizado en el cliente y en la eficiencia, creando entre todas las personas entornos que garanticen la sostenibilidad para la organización y el entorno social, y con un claro propósito de futuro. Es una relación laboral social abierta, organizada en equipos autogestionados que siembran de común acuerdo y comparten y reparten una buena parte de la cosecha. No hay despidos y sí
valores como la ética, la transparencia, la confianza, que generan libertad y responsabilidad.

Este recorrido que nos toca hacer en lo que llamamos nuestra vida y en toda la historia futura, se llama incertidumbre.

Las personas tenemos 60-65.000 pensamientos cada día, de los cuales más del 90% tiene que ver con el pasado o con el futuro. Algo no estamos enfocando bien, ya que ambos escenarios no existen.

El pasado nos conecta con nuestros ancestros, la genética, y que tantos archivos y creencias nos aportan y nos condicionan; y la epigenética nos vincula con nuestros primeros lustros de vida terrenal. Y esto nos martiriza por medio de nuestros pensamientos la mayor parte de nuestra vida. Transcender en lo posible a tanto archivo del pasado es una de las asignaturas más importantes a conocer y que no se trata en nuestro trayecto educacional. A cada persona le toca pelear con su mochila.

En la vida real, tanto personal como empresarial, hacemos muchos planes, y a veces muy detallados. En ellos reflejamos lo que nos gustaría que ocurriera. Suelen estar basados en la llamada ciencia de las estadísticas, que casi nunca se cumple, lo cual produce muchas decepciones, traumas, quiebras, …, tanto en lo personal (más de 50% de divorcios, altísimo número de familias disfuncionales), cómo en la vida empresarial con huelgas, cierres y ventas de empresas por falta de viabilidad.

De esta manera nos toca aprender a vivir el presente. Es lo único qué es real cada segundo de nuestra vida.

Un estilo de organización como el que practica NER GROUP aporta lo mismo que en caso de extrema necesidad lo hace una familia unida o una familia en la que cada componente tiene por encima de todo sus propios y personales intereses y las relaciones están en permanente tensión.

Los valores que sustentan la convivencia en NER han demostrado que en las crisis han sabido sumar ideas y esfuerzos para salvar el proyecto y seguir unidos. Siempre han existido las crisis y seguirán existiendo.

Walter Pack es uno de los mejores ejemplos de vivencias de esta situación que he conocido, y son muchos los compartidos. Llevo 16 años colaborando con ellos desde el inicio de la migración al Nuevo Estilo de Relaciones y tienen muchas vivencias dignas de ser conocidas. Experiencias reales, no literatura de despacho.

 

“Walter Pack cuenta con experiencias reales, no literatura de despachos”

En NER ya hemos mencionado los valores que nos acompañan y nos han llevado a mantener como criterio que no se despedirá a ninguna persona por falta de actividad. No se excluye a ningún miembro de la familia si queda algo que compartir en la mesa.

Llevo muchos años comentando que la palabra que mejor define la situación en la cual la sociedad se encuentra, y que será permanente, no es ni la innovación, ni la incertidumbre, que también, es la complejidad. Es decir, el cómo enlazar los distintos elementos que se interrelacionan constantemente en la vida personal y empresarial. Esto requiere de un equilibrio y armonía muy elevada y constante en el interior de nuestro ser y de nuestras organizaciones. Estamos dentro de un universo que es puro cambio, constante evolución, es un estado impermanente (este es un término de uso anticuado, se entiende por impermanente que no tiene ninguna permanencia, detención, estabilidad, continuación o duración, sin limitación de tiempo o que no se puede quedar o permanecer en un lugar o sitio), y a los humanos esto nos asusta y preferimos lo permanente, nos desequilibran los cambios, preferimos correr tras lo conocido que creemos nos aporta seguridad y bienestar. La COVID-19 ha sido un buen ejemplo. Íbamos desbocados, sin control de velocidad y, sin embargo, hemos suplicado para que todo sea “como antes”. El futuro no existe y por suerte cada despertar es diferente. Solo hay que mirar por la ventana. Si llueve y hace frio no es un mal día, es un hermoso día diferente, y además necesario. Si miramos la naturaleza, vegetal y animal observaremos continuo cambio. Ante un día a día diferente, inesperado, cambiante …, complejo, lo menos que podemos hacer es estar unidos, relacionarnos y compartir esa complejidad, ese momento como un equipo unido y caminar y hacer camino juntos. Una gran riqueza que nos aporta nuestro entorno, todo el universo, es la diversidad. Sabemos que no hay dos personas ni dos momentos iguales, es la suma de la posible diversidad. Así es cómo está la realidad de la que no somos muy conscientes. ¡Viva la diversidad! Esto es porque juntos nos complementamos y nos enriquecemos con la relación, con la convivencia, con la diversidad de habilidades y talentos personales que sumamos. Saber el sentido que tiene la vida para cada persona, a qué hemos venido, lo mismo que saber para qué está la organización, la familia, la cuadrilla en la que hemos decidido estar. Cada persona somos lo más importante de nuestra existencia y desde esta posición podemos tener la energía para amar y compartir. Dicho esto, no sé ni nadie sabe, cómo serán las organizaciones del futuro, al igual que no sabemos cómo será nuestra evolución y situación personal. Sin embargo, creo que estarán mejor en lo social, emocional y económico aquellas que se basen más en las personas y sus valores, que las tengan en cuenta con las características que he mencionado y que sean capaces de compartir su proyecto empresarial y de esa forma, ilusionar aquellos talentos y habilidades que todas las personas poseemos.
En definitiva, quienes logran que las personas se entusiasmen con aquello en lo que participan tendrán el éxito garantizado.
Koldo_Saratxaga

KOLDO SARATXAGA

Su trayectoria profesional se inicia en 1980 en Vidrierías de Llodio, donde fue responsable, durante 4 años, de diferentes departamentos. Después de pasar por diferentes empresas, en 1991, y hasta 2005, asume el cargo de Coordinador General del proyecto Irizar, en Irizar, S. Coop, uno de sus mayores y más reconocidos éxitos profesionales. Es autor de varios libros, entre ellos ‘Un Nuevo Estilo de Relaciones para el cambio organizacional pendiente’, ‘El éxito fue la confianza’ (2010), escrito junto a Jabi Salcedo, o ‘Sentimientos, pensamientos y realidades’, entre otros.

En la actualidad, y después de haber fundado K2K Emocionando (2005), actúa como consejero y asesor dinamizador en diversos proyectos empresariales -alrededor de 50 hasta la actualidad- tanto públicos como privados, haciendo realidad el cambio organizacional pendiente en base al nuevo estilo de relaciones (ner). Es también el principal impulsor de Ner Group, una Asociación creada en 2006 -aunque toma forma jurídica en 2010-, a la que pertenece Walter Pack y casi una treintena de organizaciones empresariales que creen en un desarrollo humano justo y sostenible.

En su tiempo libre se dedica a soñar y a hacer realidad esos sueños.

© 2021 Walter Pack
Certificaciones