La aplicación del concepto de DFMA es indispensable hoy en día, sobre todo porque las empresas siempre están a la búsqueda de formas de disminuir costes, incrementar la eficiencia y, por supuesto, mejorar la calidad del producto.
En este sentido, esta técnica es tremendamente beneficiosa, ya que se emplea para facilitar el proceso de fabricación y de ensamblaje de los productos. No importa en la etapa de desarrollo que se encuentre, se puede aplicar en cada una de ellas. Desde el desarrollo de la idea hasta su fabricación.
En pocas palabras, con el DFMA se pueden identificar y eliminar los obstáculos que dificulten la creación del producto. Concepto de DFMA: ¿qué es?
El DFMA (diseño orientado a la fabricación y el montaje) se trata de una serie de metodologías creadas con la finalidad de “desafiar” el diseño. Gracias a estos instrumentos se puede estudiar sistemáticamente el proceso de diseño completo, a manera de garantizar la optimización del mismo y prevenir gastos futuros innecesarios.
Este método de diseño industrial tuvo sus inicios en el año 1983 y fue creado por los doctores Boothroyd y Dewhurst. Con la aparición del DFMA, muchas empresas pertenecientes a sectores como la informática, mobiliaria, maquinaria agrícola y la automoción lograron ahorrar grandes cantidades de dinero en fabricación, montaje y mantenimiento de sus productos.
El motivo de esto es que resulta mucho más sencillo hacer cambios al comienzo del proceso de diseño, no importa si se trata de un producto nuevo o uno ya existente. Ahora bien, el DFMA se rige bajo las siguientes reglas:
- El diseño tiene que ser lo más sencillo posible, lo que elimina características innecesarias.
- Usar materiales y procesos estándar para hacer más simple el desarrollo y montaje del dispositivo.
- Minimizar la cantidad de piezas para que el coste de fabricación sea menor.
- Hacer que el producto sea de fácil montaje y así reducir la necesidad de usar herramientas especializadas para esto.
De hecho, el ensamblaje modular es bastante atractivo para el DFMA, ya que en este caso es posible transformar un producto sin que se pierda su función general. En pocas palabras, mientras menos piezas personalizadas se tengan que desarrollar, se tendrá más tiempo para enfocarse en otros problemas específicos del producto.
Beneficios del diseño orientado a la fabricación y el montaje
Ahora bien, para aplicación del DFMA es importante el análisis de algunos principios, los cuales otorgan los siguientes beneficios. El primer punto a analizar, es el proceso y ciclo de vida del producto.
Aquí se debe elegir el proceso de fabricación adecuado para el producto y prever su ciclo de vida. En este sentido, el DFMA ayuda a conocer todas las fases de fabricación para conseguir estimar correctamente su coste final, es decir, el que más se acerque a la realidad (se analiza la cadena de costes de gestión).
Asimismo, el DFMA favorece la organización de los equipos, puesto que mejora la comunicación entre departamentos de diseño, fabricación, compras, etc. Con esto se incrementa la creatividad y el conocimiento sobre el producto, lo que supone una disminución en los costes.
Por su parte, con el DFMA se investiga la arquitectura de productos. En pocas palabras se estudian sus funciones y posibilidades, lo cual es muy importante porque se tiene que conocer si el del producto puede resistir el entorno.
Para terminar, se estudia el diseño y desarrollo. Esto significa que, para lograr un desarrollo avanzado de un producto, se necesita tener conocimientos sobre tecnologías de fabricación novedosas, materiales, parámetros del producto como tolerancias, los futuros usuarios o clientes. Aplicando el DFMA se obtienen todos estos datos, que son fundamentales para escoger la opción correcta.
Conclusión
Está más que claro que la aplicación del DFMA es muy beneficiosa al momento de diseñar y fabricar un producto. Por ejemplo, se puede hacer que la orientación correcta de una pieza sea obvia, para así perder menos tiempo en el proceso de ensamblaje. Esto se arregla realizando una pequeña muesca a la pieza, para indicar cuál es la forma correcta de colocarla.
Lo importante al final es considerar el proceso de diseño como un todo y, de esta forma, desarrollar un producto que reúna todas las etapas que hemos mencionado. No existe un plan de diseño ideal, por lo cual lo más indicado es decantarse por un enfoque integral.
Por supuesto, la reducción en los costes y en el tiempo de desarrollo siempre será el objetivo de cualquier empresa, por lo que aplicar el DFMA es una buena solución para conseguir esto, sin olvidar las necesidades del usuario.
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