Marc. En mi caso ha sido una sorpresa grata el grado de interés que tenían, su concienciación, y su apertura de mente. La tendencia era que chicos y chicas interactuasen de forma natural en los descansos, más allá de que cada uno se juntara en el grupo de su mismo género. No he visto ninguna segregación.

Belén. A mí me sorprendió que un chico se extrañara de que una chica fuera albañil porque decía que no podía levantar sacos de cemento…. Luego había chicas que querían ser peluqueras, cocineras, actrices… En este caso les preguntaba por qué no se planteaban la posibilidad de ir un paso más allá y convertirse en las personas que crean los tintes, que realizan los diseños… También vi la determinación de un chico que desde el principio y hasta el final se mostró contundente en que quería ser mecánico, y me llamó la atención porque con 11 años es difícil encontrar a alguien que tenga tan claro lo que quiere hacer con su vida.