En un momento en el que el sector industrial está llamado a asumir un papel protagonista frente al cambio climático, Walter Pack ha dado un paso firme hacia un modelo energético más responsable. La organización ha conseguido reducir su huella de carbono de alcance 2 de 990 toneladas de CO₂ en 2023 a 435,27 toneladas en 2024, lo que representa una reducción del 56% en solo un año.
La huella de carbono de alcance 2 hace referencia a las emisiones indirectas asociadas al consumo de electricidad. Aunque no se generan directamente en nuestras instalaciones, son atribuibles al origen de la energía que utilizamos. En este caso, el avance ha sido posible gracias al cambio a una comercializadora eléctrica con garantía de origen renovable, lo que asegura que toda la electricidad consumida proviene de fuentes limpias.
Esta reducción no es un dato aislado. Según la Agencia Internacional de la Energía (IEA), la electricidad generada con fuentes renovables evitó la emisión de más de 2.500 millones de toneladas de CO₂ a nivel mundial en 2023, consolidándose como una de las palancas más eficaces en la transición ecológica.
“Este paso refleja nuestra voluntad de actuar con responsabilidad y coherencia. Elegir energía con garantía de origen no es solo una decisión técnica, es una apuesta por un modelo más sostenible y por un futuro mejor para todos”, destaca Amaia Torrontegi, líder de ESG en Walter Pack.
La estrategia de Walter Pack en materia de sostenibilidad continúa evolucionando. Esta reducción no solo habla de una mejora cuantitativa, sino de una manera distinta de hacer las cosas: más consciente, más exigente y más comprometida con el planeta.